Mirando por la ventana los rayos de sol ciegan mis ojos.
Estoy tratando de sacarte de mi cabeza, de mi corazón pero no lo consigo, te me
has clavado a fuego y no encuentro la forma de sacar tus recuerdos de mí.
Veo tus ojos que me miran, pero no me ven
Tus labios que me muero por probar
Tu sonrisa que me transporta a lejanos lugares donde solo
existimos nosotros
Tus manos a las que me gustaría agarrarme cada día para
pasear contigo.
Tus brazos fuertes que me consolasen en los momentos malos,
me sostuviesen para no caer o me ayudasen a levantar tras cada mal golpe del
destino.
Pero nada es posible, estamos como en mi canción favorita:
tan lejos y tan cerca. Es posible que estés a mi lado mientras escribo estas
palabras, pero a la vez estás muy lejos.
Parece haber un muro infranqueable que nos separa, un muro
que tu mismo, o quizás yo, has levantado, un muro que no tengo fuerzas para
saltar. Estoy cansada, mucho, de luchar contra ti, contra mis sentimientos y
contra todos los que están en mi contra, ya no puedo pelear más, no me quedan
fuerzas, no me quedan motivaciones: tú no serás para mí, y con eso… ya no me
queda nada.
Ahora solo me queda rendirme, dejar de luchar y dar esta
batalla por perdida, ahora, solo me queda, olvidar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario